¡Sigan al líder!

Para saber qué importa más del liderazgo necesitamos identificar qué motiva a los seguidores y cuál es el grado de compromiso. También es necesario saber qué hacen los grandes líderes para conseguir que sus seguidores también los sean.

¿Quién no participó alguna vez en su infancia en el juego “sigan al líder”? Consistía en un entretenimiento de imitación en el que luego de elegir a un jugador “líder” todos los demás se colocaban en fila detrás de él. El elegido como líder empezaba a caminar y todos los demás lo seguían imitando los gestos que fuera realizando durante el recorrido que marcaba.

Haciendo un paralelismo con esa actividad recreativa en el ámbito empresarial sanitario, ¿se pueden identificar características de liderazgo en aquellos elegidos como tales? Y, por otro lado, ¿se cuenta con la aceptación de las reglas del juego de parte de los seguidores, los colaboradores, los integrantes del equipo, los “fans” para seguir al líder?

A partir de aquí surgen algunas preguntas que nos pueden ayudar a profundizar un poco más este tema.

¿Qué características son las que más importan tanto para ser líder como para ser miembro del equipo?, ¿qué es preferible, ser líder de un equipo o seguir a alguien durante el juego?, ¿tener liderazgo o seguir al líder?

Podemos recorrer variados ejemplos al respecto, uno de los más visibles líderes, sin lugar a duda, ha sido Martin Luther King Jr. ministro y activista bautista estadounidense, quien se convirtió en el vocero más reconocido dentro del movimiento de los derechos civiles. ¿Qué habría logrado si hubiera marchado solo o dado sus discursos en plazas vacías?

Tal vez al observar las vidas de los líderes que han llegado a trascender en la historia, vemos que han adaptado sus acciones y su misión de vida a las necesidades de sus seguidores o colaboradores.
Kellerman, profesora en Kennedy School of Government de Harvard University, explora la dinámica en evolución entre los líderes y sus seguidores y ofrece una tipología que los ejecutivos, llámense directivos o líderes, pueden usar para determinar y apreciar cómo sus seguidores son diferentes entre sí.

Usando el nivel de compromiso con un líder o grupo como factor de definición, la autora clasifica a los seguidores en cinco tipos:

  1. Los aislados que sienten un desapego total; pasivamente apoyan el statu quo con su inactividad.
  2. Los espectadores son polizones que sienten cierto grado de desapego según sus intereses personales.
  3. Los participantes están lo suficientemente comprometidos como para invertir un poco de su propio tiempo y dinero para hacer un impacto.
  4. Los activistas están muy comprometidos, han invertido fuertemente en personas y procesos y están deseosos de demostrar su apoyo u oposición.
  5. Los incondicionales están tan comprometidos que incluso están dispuestos a hundirse con el barco o a tirar al capitán por la borda.

En este artículo, Kellerman hace referencia a que los seguidores actuales reciben la influencia de una gama de cambios culturales y tecnológicos que afectan lo que desean y cómo perciben y se comunican con sus supuestos líderes.

Para saber qué importa más del liderazgo, necesitamos identificar por un lado qué motiva a los seguidores y cuál es el grado de compromiso. Mientras que por el otro es necesario saber ¿qué hacen los grandes líderes para conseguir que sus seguidores también los sean?

Hay cientos de autores que han escrito sobre las características de los líderes. En un artículo de la revista SciELO, citan un estudio realizado en 1980, publicado en el periódico Harvard Bussines Review, en el que se examinaron 15 artículos sobre liderazgo bajo el título “Caminos hacia el progreso personal: los líderes se hacen, no nacen”. En este explica que, al igual que un cirujano, un astronauta o un orador, el líder se hace, no nace. Independientemente de que existan individuos con combinación de dones y capacidades para guiar las acciones de otras personas, es más común la ocurrencia de un proceso de ascenso en el cual la característica fundamental es la aptitud para el liderazgo.

Por definición, un líder ejerce una influencia especial dentro de un grupo, produce cambios que se realizan en los grupos y afectan a la sociedad en su conjunto, impacta, deja huellas en las personas, en las organizaciones, modifica las estructuras e influye.

Ahora, como organizaciones de salud tienen el reto de potenciar el concepto del líder, sin perder de vista el rol sanitario y su “deber ser” dirigido a la asistencia del usuario-familia.

En otro artículo sobre liderazgo clínico de 2019, el Dr. N. Vallejo hizo referencia a que el liderazgo es un término confuso y que a pesar de que es cada vez más utilizado y escuchado en diferentes ámbitos, como en el empresarial, en los negocios, en el deporte, también se lo usa en lo sanitario. Hizo mención también a que es un concepto que no se escucha ni se enseña en las escuelas y menos en las universidades, por lo que los profesionales de la salud poseen cualidades como el pensamiento crítico, la habilidad para evaluar problemas complejos, desarrollar diagnósticos y establecer planes terapéuticos que los hacen calificados para la dirección.

Por este motivo, el liderazgo clínico está desarrollando un papel importante, porque choca con la realidad, que es la siguiente: este liderazgo parte desde la construcción de “solistas” que se les ofrece la responsabilidad de forjar un equipo, de señalar una ruta y de orientar un equipo de trabajo. En las organizaciones sanitarias el liderazgo es todo un proceso de dirigir, organizar, diseñar, optimizar y evaluar las actividades de los miembros de un grupo. También de influir en ellos para potenciar la colaboración, ampliar y garantizar la comunicación, lo que llevaría a facilitar el trabajo en equipo.

Otro de los autores que analiza el tema es Carrada-Bravo, quien en “El liderazgo en organizaciones de salud” de 2002, hace referencia a cualidades deseables de un líder. Él atribuye esta cualidad al “médico”, haciendo uso del concepto líder médico o clínico.

Los médicos pueden ser nominados para ejercer el liderazgo en las unidades de medicina familiar, hospitales o departamentos académicos. Este nombramiento puede ser una oportunidad excelente para mejorar la calidad de la atención en salud, pero para hacer uso óptimo del puesto directivo, los médicos deben aprender a liderar, poner en práctica el vasto cuerpo de conocimiento y habilidades sobre este tema.

Se presentan también casos prácticos en relación con la naturaleza del liderazgo y de la administración (management). Este trabajo es un modo de iniciación para los clínicos que tienen la necesidad de liderar y quieren hacerlo bien; se presenta también una guía para quienes juegan el rol de seguidores y se discuten los retos específicos del liderazgo médico. El propósito principal de un líder no es señalar todos los problemas de calidad, sino establecer un ambiente propicio que facilite la creatividad y permita el florecimiento de la calidad.

Hay diferentes autores que hacen referencia a tipos de liderazgo y hay extensa bibliografía al respecto. Para este articulo seleccionamos cuatro tipos de liderazgo en instituciones de salud:
Liderazgo burocrático: el seguir normas, reglas y procedimientos no es tarea solo de nuestros colaboradores, es una obligación propia que nos permitirá ser ejemplo de acción. El liderazgo burocrático es impersonal y dirige con base en normas previamente establecidas en manuales. Finalmente, este tipo de gestión solo se recomienda para alcanzar el cumplimiento de tareas específicas, pero aun así es importante.

Liderazgo autocrático: si disfruta al tener todo bajo control y tomar decisiones sin contar con la opinión de sus colaboradores, puede llegar a afectar su motivación, por eso conviene usar el liderazgo autocrático únicamente en situaciones de crisis, cuando en su empresa de servicios de salud se requiera tomar decisiones difíciles para seguir adelante. Es importante identificar el momento en que este liderazgo es necesario y no actuar arbitrariamente en cada una de las decisiones que vaya a tomar.

Liderazgo transformacional: se asemeja al liderazgo carismático porque busca contagiar entusiasmo a los empleados. No obstante, aunque un médico transformacional siempre velará por el bien del equipo de trabajo y es fuente de inspiración, necesita del apoyo de éste para aplicar mejoras en los procesos que se llevan a cabo en la empresa de servicios de salud, no basta con ser un motivador, hay que saber encausar la motivación del equipo.

Liderazgo carismático: finalmente aproveche sus cualidades innatas para atraer e inspirar a las personas a que trabajen por el bien común, ya que la salud de la empresa redunda en beneficios laborales y profesionales para los empleados. Muéstrese dispuesto a ayudar siempre a su equipo de trabajo para encontrar retribución en su respaldo más tarde.

Independientemente del modelo de liderazgo que elijamos, tanto para dirigir nuestras organizaciones sanitarias y desarrollar nuestras habilidades y competencias, como para definir qué tipo de líder queremos ser, vale preguntarnos ¿cuál es el líder que necesita nuestra institución y qué características debería tener para lograr una mayor adhesión e “imitación” de parte de sus seguidores o colaboradores?


Fuentes
https://Por.una.Medicina.Interna.de.Alto.Valor/
https://psicologiaymente.net/coach/tipos-de-liderazgo
https://saludiario.com/que-tipo-de-lider-medico-eres/

About the author

Dr. Blauco Rodríguez Andrada

Presidente del Colegio Médico del Uruguay

Lic. Enfermería Susana Harreguy
Lic. Enfermería Alberto Barrios
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