Médica especialista en Medicina Interna (UBA).
Especializada en Diabetes (SAD).
MP9606
Codirectora de Cendia, Concordia, Entre Ríos.
Consultora del comité de Graduados y secretaria del comité de Embarazo de la Sociedad Argentina de Diabetes.
Más de 460 millones de personas en el mundo tienen diabetes, una enfermedad crónica con una incidencia que tiende a aumentar. En la actualidad, existe evidencia médica que indica diferencias clínicamente relevantes en la diabetes y sus complicaciones crónicas en función del sexo y género.
La diabetes es una enfermedad crónica que afecta a más de 460 millones de personas en todo el mundo, con cifras que siguen en aumento (1). En paralelo a este incremento, se suma evidencia de que existen diferencias de sexo y género clínicamente relevantes en la diabetes y sus complicaciones crónicas. Por ejemplo, la presencia de diabetes genera un impacto mucho mayor en el riesgo de enfermedad cardiovascular en la mujer que en el hombre.
Las diversidades en biología, cultura, estilo de vida, medio ambiente y estatus socioeconómico impactan en las diferencias entre hombres y mujeres para la predisposición, el desarrollo y la presentación clínica de las enfermedades crónicas como la diabetes. Las diferencias de sexo describen diferencias biológicas entre mujeres y hombres, asociadas a los cromosomas sexuales, la expresión genética de autosomas específica del sexo, las hormonas sexuales y sus efectos en el organismo (2).
Los problemas cardiovasculares, la depresión y la incontinencia urinaria son más frecuentes en mujeres que en hombres.
Las diferencias de género surgen de procesos socioculturales, como diferentes comportamientos de mujeres y hombres, exposición a influencias específicas del entorno, diferentes formas de nutrición, estilos de vida, impacto del estrés o actitudes hacia los tratamientos y la prevención. Hacer una distinción precisa entre los efectos de sexo y género es casi imposible, porque estos dos conceptos complejos están interrelacionados e interactúan entre sí durante toda la vida (3).
La diabetes afecta tanto a hombres como a mujeres, aunque son las mujeres las que tienen una mayor dificultad para controlar la enfermedad debido a los cambios hormonales que sufren a lo largo de la vida.
Desde el punto de vista epidemiológico, la obesidad y la tolerancia alterada a la glucosa son más frecuentes en las mujeres. Sin embargo, la diabetes en las mujeres se diagnostica a mayor edad, con mayores niveles de sobrepeso u obesidad (IMC más altos) y con al menos dos años más de evolución de prediabetes que en los hombres (3).
En una revisión muy interesante y exhaustiva, la doctora Maric-Bilkan analiza la evidencia sobre las diferencias de sexo en las complicaciones micro y macrovasculares de la diabetes. Los datos epidemiológicos muestran que los hombres tienen mayor riesgo de desarrollar complicaciones microvasculares (neuropatía, retinopatía y nefropatía), y, por el contrario, el impacto de las complicaciones macrovasculares (enfermedad coronaria, vascular periférica y accidente cerebrovascular) es mayor en las mujeres (4).
Los cambios hormonales tienen un efecto importante sobre los niveles de glucosa en sangre.
En población sin diabetes, el riesgo de enfermedad coronaria (EC) es de tres a cinco veces mayor en hombres en comparación con mujeres premenopáusicas, y, además, la EC se desarrolla una década después en mujeres, llevando a la conclusión de que las hormonas ováricas son cardioprotectoras.
Ante la presencia de diabetes, este factor “cardioprotector” de las hormonas sexuales femeninas desaparece: la diabetes tipo 2 (DM2) aumenta el riesgo de EC de tres a cinco veces en las mujeres mientras que en los hombres lo hace de una a tres veces respecto a sus pares sin diabetes. En tanto que, la brecha de riesgo entre hombres y mujeres desaparece (5).
La diabetes tipo 1 (DM1) también genera un mayor impacto en las mujeres: aumenta 44,8 veces el riesgo de EC en mujeres, mientras que en los hombres de 20 a 29 años lo hace 11,8 veces y equipara el riesgo de muerte por EC en ambos sexos en menores de 40 años (6).
En un metaanálisis que incluyó 47 cohortes prospectivas con más de 12 millones de personas con diabetes, el riesgo de padecer insuficiencia cardíaca fue mayor para las mujeres: la DM2 confirió a las mujeres un exceso de riesgo de 9% y la DM1 de 47%, en comparación con los hombres (7).
¿Por qué existen diferencias de género?
Las causas de las diferencias en el impacto de la diabetes no son completamente conocidas, pero sí se describen múltiples factores involucrados en ellas que se pueden agrupar como factores genéticos y biológicos, factores de riesgo cardiovascular y factores relacionados con el abordaje y tratamiento.
A modo de resumen, es importante destacar que:
Bibliografía
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